Existen tres diferentes procesos comunicativos que se pueden
desarrollar dentro de esta teoría según Shannon y Weaver:
desarrollar dentro de esta teoría según Shannon y Weaver:
A) Se reproduce entre dos máquinas
(termostato-autoregulación);
(termostato-autoregulación);
B) Se reproduce entre dos seres humanos;
C) Se reproduce entre una máquina y un
ser humano.
ser humano.
Para el primer caso, tal como fue concebido, este modelo no se refiere a las personas como protagonistas de la comunicación, sino al proceso desde la perspectiva de sus aspectos mensurables, al estudio de las condiciones idóneas de transmisión de información entre máquinas; y al cálculo del volumen o pérdida de la información transmitida a través de un canal. Nada de esto, sin embargo, restó energía al sociólogo Weaver ni impidió su popularización y posterior aplicación para representar distintas expresiones de la comunicación humana. Su esquema simple, de fácil adaptación, y su apariencia de objetividad, abrieron las puertas para una divulgación exitosa. Esto se expresó en forma manifiesta en la adopción amplia de su terminología, y como una contribución a la forma analítica y descontextualizada de interpretar el proceso de la comunicación.
Weaver ha forzado las cosas hasta un punto difícil de aceptar. Hablar de un aparato telefónico como transmisor y de un cable como canal, es muy coherente en un contexto ingenieril. El teléfono efectivamente transforma la presión del sonido de la voz en una señal eléctrica, y gracias a esto se produce la comunicación a distancia desde un punto de vista técnico. Pero homologar esos elementos, por ejemplo, por el "sistema vocal" o el "octavo par de nervios craneanos", es un paso arriesgado. Privilegiar los problemas de codificación, magnitud de la información y capacidad del canal, es poner la experiencia de la comunicación por debajo de su complejidad y riqueza.
Weaver ha forzado las cosas hasta un punto difícil de aceptar. Hablar de un aparato telefónico como transmisor y de un cable como canal, es muy coherente en un contexto ingenieril. El teléfono efectivamente transforma la presión del sonido de la voz en una señal eléctrica, y gracias a esto se produce la comunicación a distancia desde un punto de vista técnico. Pero homologar esos elementos, por ejemplo, por el "sistema vocal" o el "octavo par de nervios craneanos", es un paso arriesgado. Privilegiar los problemas de codificación, magnitud de la información y capacidad del canal, es poner la experiencia de la comunicación por debajo de su complejidad y riqueza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario